Me preguntaba el porqué del sendero que dejaste a tu paso.
Huellas luminosas, huellas sombreadas.
Un pie sobre tu luz y ésta se apagó. Un pie sobre tu sombra y ésta se volvió un gigante insaciable que se comió las calles adoquinadas y espantó a los faroles, que volaron como luciérnagas, hacia la Luna:
El refugio de los románticos;
sean hombres, sean Soles, sean flores...
1 comentario:
Siga las pistas mi viajero, que el camino aún es largo y las adversidades muchas. No pierda el rumbo que la luz de la luna alumbrará sus pasos, no tema que podrá ver más almas con usted, pero todos hacia el mismo destino. Tome mi mano y vayamos, llamemos a más a seguirnos, aunque la mayoría prefiera el camino de las luces artificiales y concreto, alguien nos escuchará, y se uniera aunque usted y yo tengamos que abrir paso entre la maleza. Usted grite que yo seré su eco.
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