13 ene 2011

Cuando los ojos




Cuando pongas tus ojos en blanco y se escurra el iris y la pupila por el caño...

Cuando uses esos ojos perfectamente simétricos como bolas de la fortuna de las viejas gitanas, malditas arpías...

Cuando eches a rodar esos ojos y caigan tan rápido que sólo vean pavimento al pasar...

Cuando los lances al viento y les crezcan alas, como las de los colibríes, y un pico para amamantarse de las nubes...

Cuando arrojes esos ojos al lago con la esperanza de que se formen ondas, se expandan y nunca lleguen a topar la orilla sino que la salten y sigan en expansión hasta el infinito, envolviendo Todo...

Cuando utilices esos ojos en un tablero de ajedrez y no sean ni la reina, ni el peón, ni el rey, cuando sean Dios que no puede manipular porque no tiene manos, que sólo está ahí observando cómo los jugadores se hacen entre ellos pedazos sin haber comenzado aún la partida....

Cuando arrulles a tus ojos como si se tratase de tus hijos y les cantes canciones de ritmos andinos...

Cuando uses tus ojos como bombillas y dejen de alumbrar porque ya no hay nadie que te guste...

Cuando no puedas utlizar tus ojos como separadores de libros porque son muy gordos inclusive para uno de Borges, uno que nunca escribió claro...

Cuando metas esos ojos tuyos al televisor y dejen de ver en tercera dimensión porque ya están en la cuarta, y cada que cambias de canal con el control remoto avanzan una dimensión y retroceden tres...

Cuando alimentes a los dinosaurios con tus ojos, haciéndolos polvo y dando una línea a cada brontosaurio para que la inhalen, como nosotros con la buena cocaína...

Cuando sazones la comida con tus ojos, que te quede exquisita y se la des a tu amante para que nunca se aleje de ti...

Cuando esos ojos tuyos se derritan bajo el rayo del Sol, porque el microondas ha dejado de servir pues su fuente de energía murió...

***
Cuando esos ojos tuyos y estos ojos míos se encuentren, después de tantos vestidos, después de tantos lugares, después de tantas vidas. Sólo entonces nuestros hijos tendrán un ojo en la nuca y uno en la frente. No para visualizar el pasado y el futuro respectivamente sino para crear un equilibrio entre los hijos del tiempo y nuestra especie.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me fui en un sueño...

Dédalo dijo...

Entonces narciso, decidió que la única mirada apta de ser conocida, era la suya.

El viajero dijo...

Mi estimado caminante no necesitas de una identidad, de un nombre, de una cara, ese es el problema que ocurre con la humanidad, siempre buscan un ente y se olvidan de los sentimientos y pensamientos, que sería de nosotros sin un nombre, sin importar quien soy por fuera, sólo adentro.

El tiempo es sabio y como escribí en mi primer texto, sabrá cuando el momento sea perfecto. Viva y disfrute la esencia que dejan sus textos en mí ser. No caiga en las banalidades de la humanidad que personas como usted son pocas.

Un fiel abrazo