No escuchaba, nunca escuchó, pero sí quiso decir lo que creyó mejor para mí, o para ambos, como si yo no lo supiera ya. Aún así le dejé continuar con una sonrisa ésta vez honesta y algo persuasiva.
Y su mirada me halagaba, coqueteaba conmigo, burlándose de la ironía con un cinismo que creí exclusivo de mi persona. Sus ojos de nuevo, me mostraban su intención y sin embargo su boca me presumía lo maravillosa y estable que es su nueva relación. Pero se contuvo, como si se hubiese percatado de Dios sobre su cabeza, señalándole, como una advertencia.
Yo estaba dispuesto a no pretender: o bebes alcohol o bebes inocencia. Y ésa noche bebí alcohol: no es sorpresa. Tanto como quise, tanto como me fue posible. No perdí mis modales, nunca los pierdo, ni mi dignidad a pesar de su cuestionamiento. Yo no me contendría porque Dios no me señala, mucho menos me amenaza, yo no le debo nada.
Creo que hubo palabras sobrantes, pero siempre hay algo que tiene que sobrar. Sobra comida y se alimentan los perros, sobra dinero y se benefician los pordioseros, sobra amor y revienta el corazón.
Así que a su parecer se equivocó; bien pude hacerle sentir culpable pero dejé el patético papel de víctima porque recién me llegó un nuevo guión, uno donde el protagonista soy yo. Nada más curioso y vergonzoso que rebobinar la memoria a momentos donde se actuó mal y la obra cayó en el error.
Justo antes de abrir una puerta desconocida, se cerró la anterior que, si hasta ese instante seguía abierta, fue porque aún estaba yo adentro. Ahora que estoy afuera puedo sentir mejor, lástima que no pudo ser así en el interior, qué pena.
"No fue tan malo después de todo" me gusta más que admitir lo bueno que en realidad fue. "Comprendí a tiempo" me gusta más que decir cuán tarde lo logré, pero qué importa. Por cierto ¿qué es tiempo?
Ésa noche repleta de movimientos impúdicos, de carcajadas vacías pero llenas de vida, de reencuentros ansiados e inevitables recuerdos; entendí que nunca se termina de madurar y que, antes de atravesar, hay que mirar hacia ambos lados del camino.