Baso las respuestas a mis preguntas en meras suposiciones. Porque ¿cómo he yo de saber si lo que dice es verdad? ¿Cómo puede alguien llegar al fondo de esas palabras y conocer su naturaleza? ¿Intuición? Según el diccionario de la Real Academia Española, la intuición es la “facultad de comprender las cosas instantáneamente, sin necesidad de razonamiento”, pero es que si yo cuestiono la realidad de las palabras, ¿no estará acaso mi “intuición” influenciada por lo que quiero creer? Si se me da un “SI” que en realidad es “NO” y yo intuyo esa realidad pero no quiero aceptarla, entonces creeré el “SI”; con esto se puede llegar a la conclusión de que la respuesta no está del todo en quien responde, sino también en quien pregunta. Por lo tanto vaya círculo vicioso en el que me he metido, porque heme aquí haciendo preguntas para llegar a concluir que las respuestas, en cierta parte, residen en mí.
Ahora, supongamos que comprendo instantáneamente ese “SI” como el “NO” que es y no me permito ser influenciado por nada, en esa situación ¿cómo sé que puedo confiar en ese presentimiento, esa intuición? Me parece que es ahí donde el círculo cierra, porque si no confío en lo que mi interior cree, estoy perdido. Más vale creerle al agua cuando dice ser refrescante que creer lo que las aves que la beben dicen al respecto (una analogía simple pero bastante ilustrativa quiero pensar).
Y no es que le tema a la mentira, a lo que temo es a perder de repente lo que esa “verdad” está ocasionando pues resulta ser muy placentero, por eso temo que sin dejarme influir por el placer mismo mi intuición descubra que el “SI” es en realidad un “NO”.
27 oct 2008
Verdad y Mentira
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1 comentario:
Tienes totalmente mi aprobación con lo que escribes, pienso que la gente se engaña y cree lo que necesita creer, la mente hay veces que es mas fuerte de lo que pensamos.
SALUDOS CARLOS!
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