Soy el Profeta Erótico, parido por Gea y amamantado por Eros, quien me enseñó a rozar los labios más ásperos y a suavizar las pieles de las rocas, así que pueden culparme por las rocas de río.
Llámenme EROSIÓN.
Vengo de todas partes, por supuesto también las genitales. Cuando vean una flor coqueteando con la abeja, sepan que yo intervine para que el insecto llegara a la planta. Cuando escuchen el eco de dos delfines excitados, sepan que yo intervine para que los mamíferos se conocieran. Cuando sientan un escalofrío invadiendo su carne, sepan que yo intervine para que su cuerpo clamara por calor.
Eso soy yo.
Soy Erosión, la encarnación de las deidades desconocidas y el espíritu de los corazones eclipsados. La Unidad reflejada en las gotas de sudor que brotan del oasis amoroso. En la saliva encuentran mis pasos; como serpiente en arena búsquenme entre los labios, allí están mis huellas.
El reloj no me detiene, soy él. Estoy sentado en la manecilla de las horas, marcando las 8. Pero siempre por debajo del 12 a la derecha del 3; no pretendo alcanzarlo, soy él y soy todos esos números que cada noche me amenazan con volverse polvo. Qué me dicen a mí de polvo, cuando ellos van yo ya me vine.
No me enciendan veladoras, no tengo imagen que puedan adorar. Adoren al báculo, la concha, a la nariz, los ojos y a la boca. No repitan mis palabras en vano ni escupan mentiras disfrazadas como verdades absolutas pues lo absoluto soy yo. No pidan milagros, yo no sé qué es eso; pidan lo que merecen y les será otorgado.
Si me lo pides, te lo daré. Si te lo doy, ten por seguro que te lo quitaré pues qué desconsiderado de mi parte desacostumbrarte a perder.
Soy el profeta del Adiós, del Te Amo y del Te Extraño. Vaticino su destino con mis métodos nada empíricos que se construyen a partir de colmillos, vino, caparazones de armadillos y plumajes amarillos.
Cada vez que ustedes materializan sus sentimientos me crece un brazo. Cada vez que los callan, pierdo un ojo. Mi vista empeora; qué tiempos cuando era la araña más bella y encantaba con mi visión mortal a los rastreros.
Pueden consultarme, dentro de ustedes.
...
2 comentarios:
Eros Sión.
Eros y On.
Erosi On.
¡Eh! ro ¡Sí! on.
No hay juego de palabras que se aproxime siquiera al ludismo arcaico, primario y salvaje que nos ofrece la pasión.
Con uñas, dientes e imaginación, los amantes invocan a Erosión y lo honran: ante la ausencia de imágenes a la cual prenderle veladoras, aman con furia y así lo homenajean.
Erosión, un gusto re-conocerte. Porque te conocía ya. Te reconozco y te saludo, ahí en mi ombligo, cuando bailo.
zas!
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