Impulsos que te llevan a saltar hacia el vacío. Mientras caes boca abajo, observas cómo la oscuridad comienza a ceder ante la lejana luz solar, y cómo lo que creías que era nada en su más puro estado se transforma en rocas volcánicas; pues todos sabemos que la nada puede generar materia a partir de sí misma, y darle la forma que más le convenga.


Estás cada vez más cerca. Aunque sientas que vuelas, no te fíes de las sensaciones en situaciones de vida o muerte. Y por muerte entiende una puerta que se abre hacia una habitación en la que hay otra puerta que se abre hacia otra habitación, y así infinitamente. No abras puertas sin antes tocar.
Caes. Despiertas. No sabes en dónde estás pero sabes quién eres. Tu consciencia parpadea y se quita las estalactitas de cristal que tenía como lagañas, después de permanecer dormida por muchos eones. Bienvenido a tu centro.